¿A quién obedecemos y escuchamos atentamente cuando decidimos algo y lo damos por cierto de una vez y para siempre? La voz y el contrato, la ley y la deuda con todo el CLAN que nos antecede hacen eco en nuestras “libres” decisiones. Los conceptos de amor, pareja, compromiso y libertad son los que con mayor fuerza se arraigan en el sujeto. Aprendemos a amar, dar, sostener una relación (de pareja, de amistad, laboral) a partir de la “escuelita” que tenemos en la infancia: la identidad está atravesada por esos primeros aprendizajes sobre la vida.
Cambiar el paradigma tóxico es un trabajo de toma de conciencia e
implica la decisión de dar vuelta la página, soltar la lealtad invisible
y aceptar el abuso del que fuimos objeto. Sin embargo muchas veces
“elijo cuidar mi espacio y mi libertad, aunque me condene a estar
sola/o". Es mi forma de protegerme.
Nos creemos libres de esta decisión, pero en verdad siguimos cautivos del primer encierro: el útero materno, muchos de nosotros hemos sentido el embate (fallido) de ser abortados, es lo que llamamos una hija/hijo -accidente.
El espacio se ve “lastimado”, resistiendo, temiendo, desconfiando y nos encerramos en nuestra “libertad” de no comprometernos afectivamente. No nos enamoramos para no perder nuestra independencia, para no pasar por esa situaciòn nuevamente.
La relación amorosa aparece siempre asociada a una libertad amenazada, acotada, reducida. Un verdadero blindaje afectivo.
El congelamiento amoroso duele. Esos sujetos que recibieron desde la infancia ( y desde antes, desde las experiencias periconcepcionales) apego y obediencia con sufrimiento, que sintieron ser “una molestia”, que callaron su voz más personal y se cubrieron de una coraza anti-amorosa para evitar pérdidas posteriores, sobreviven a fuerza de negar sus emociones.
Reformulemos el concepto de “amor”. Reviviendo los dolores de sentirse dividido al medio, resintiendo las sensaciones corporales de los miedos, redefiniendo los modos de vincularse a los demás, es como aparecen nuevas ideas para el paradigma defectuoso de “amor”: ya no lo visualizamos como fusión, pérdida de individualidad o estafa a la propia libertad, sino como ejercicio de ser-con-otro, compartir y crecer.
Sugiero poner altoparlantes para la propia voz interior. Los maltrechos de amor pueden sanar sus heridas…todos podemos...Hagamos el intento......Abrazos de luz
Consultora en NeuroDescodificación
Nº de Legajo/Registro: #108-0906
Atención personal por videollamada face o skype. Escribeme y se te brindará la información sobre las sesiones.
http://espaciodeluzemociones.blogspot.com/
https://www.facebook.com/neurodescodificacion2016/
Nos creemos libres de esta decisión, pero en verdad siguimos cautivos del primer encierro: el útero materno, muchos de nosotros hemos sentido el embate (fallido) de ser abortados, es lo que llamamos una hija/hijo -accidente.
El espacio se ve “lastimado”, resistiendo, temiendo, desconfiando y nos encerramos en nuestra “libertad” de no comprometernos afectivamente. No nos enamoramos para no perder nuestra independencia, para no pasar por esa situaciòn nuevamente.
La relación amorosa aparece siempre asociada a una libertad amenazada, acotada, reducida. Un verdadero blindaje afectivo.
El congelamiento amoroso duele. Esos sujetos que recibieron desde la infancia ( y desde antes, desde las experiencias periconcepcionales) apego y obediencia con sufrimiento, que sintieron ser “una molestia”, que callaron su voz más personal y se cubrieron de una coraza anti-amorosa para evitar pérdidas posteriores, sobreviven a fuerza de negar sus emociones.
Reformulemos el concepto de “amor”. Reviviendo los dolores de sentirse dividido al medio, resintiendo las sensaciones corporales de los miedos, redefiniendo los modos de vincularse a los demás, es como aparecen nuevas ideas para el paradigma defectuoso de “amor”: ya no lo visualizamos como fusión, pérdida de individualidad o estafa a la propia libertad, sino como ejercicio de ser-con-otro, compartir y crecer.
Sugiero poner altoparlantes para la propia voz interior. Los maltrechos de amor pueden sanar sus heridas…todos podemos...Hagamos el intento......Abrazos de luz
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